domingo, 7 de febrero de 2016

El Soldado Romano que Atravesó Con Una Lanza El Cuerpo de Jesús




 De todos es sabido que el Evangelio contiene una mención a un soldado que en los estertores de la vida de Jesús, procedió a hincarle una lanza en el costado.

            “Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado -porque aquel sábado era muy solemne- rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua” (Jn. 19, 31-34).

            La mención es menos unánime de lo que acostumbra a creerse, pues el único evangelista que la recoge es el que escribe en último lugar, a saber, Juan, sin cuyo evangelio nos habríamos quedado sin saber que Jesús fue lanceado en sus últimos momentos de vida, o mejor dicho, cuando ya ni siquiera vivía.

            Pues bien, ese soldado que lanceó a Jesús cuando ya exhalaba el espíritu y que podría asimilarse al centurión que en los evangelios sinópticos expresa eso de “verdaderamente este hombre era hijo de Dios” (Mc. 15, 39, similar a Mt. 27, 54 y a Lc. 23, 47).

En otro apócrifo que nos presenta una supuesta correspondencia entre Pilatos y Herodes Antipas, los dos protagonistas del juicio de Jesús según Lucas, encontramos esta alusión que no sólo incluye el nombre de nuestro soldado, sino también su pertenencia a la primera comunidad cristiana:

            “Y has de saber que Procla, mi mujer, dando crédito a las apariciones que tuvo de él cuando yo estaba a punto de mandarle crucificar por tu instigación, me dejó sólo y se fue con diez soldados y Longinos, el fiel centurión, para contemplar su semblante, como si se tratara de un gran espectáculo. Y le han visto sentado en un campo de cultivo, rodeado de una gran turba y enseñando las magnificencias del Padre; de manera que todos estaban fuera de sí y llenos de admiración, [pensando] si había resucitado de entre los muertos aquél que había padecido el tormento de la crucifixión
Y mientras todos estaban observándole con gran atención, divisó a éstos y se dirigió a ellos en estos términos: ‘¿Todavía no me creéis, Procla y Longinos? ¿No eres tú por ventura el que hiciste guardia durante mi pasión y vigilaste mi sepulcro? Y tú mujer, ¿no eres la que enviaste a tu esposo una misiva acerca de mi? […]
            Al oírle decir tales cosas, tanto mi mujer, Procla, como el centurión que tuvo a su cargo la ejecución de Jesús, como los soldados que habían ido en su compañía, se pusieron a llorar llenos de aflicción”

Por último, el gran tratado hagiográfico medieval conocido como “Leyenda Dorada”que debemos al dominico Jacobo de la Vorágine nos dice de él lo siguiente:

            “Longinos fue un centurión que con otros soldados por orden de Pilatos, hizo guardia ante la cruz del Señor, y quien personalmente atravesó con su lanza el costado de Cristo; pero luego, al presenciar el obscurecimiento del sol, el terremoto y otros fenómenos extraños se convirtió. Dicen algunos que ya fuese por vejez o por enfermedad, tenía la vista muy debilitada y que al traspasar con su arma el pecho de Jesús, algunas gotas de la sangre que brotó del corazón divino saltaron hasta sus ojos, y que al sentir la salpicadura, comenzó a ver con perfecta claridad. Según estos autores a este milagro experimentado en sí mismo se debió principalmente su conversión, a raíz de la cual renunció a la milicia, recibió de los apóstoles la instrucción necesaria, se retiró a Cesarea de Capadocia, y allí permaneció veintiocho años haciendo vida monástica y convirtiendo a muchos a la fe de Cristo con su predicación y buenos ejemplos.

Nota - www.AngelFall.com y Pastor Eli James también confirman la enseñanza del Zen García aquí acerca
del soldado romano que atravesó el costado de Jesús y fue sanado tanto física como espiritualmente.
Y todos los romanos con la sangre de Jesús al INSTANTE despertaron con la liberación del Espíritu Santo en la muerte de Jesucristo …

ZEN GARCIA_Thracian Chronicle's

"El segundo libro de la serie Crónicas de  Thracian que se lanzará a finales de la primavera, junto con el libro de Atam y Eua y las crónicas de Navi descifrados por el Dr. Stephen Guide, autor de la serie de cuatro libros de la escritura de Thracian descifrada. Este texto cuenta la historia de cómo el soldado Tracio (Thracian) Longino después de perforar el costado de Cristo durante la crucifixión se convirtió en un devoto discípulo de Jesús. Es una historia fascinante que sé que disfrutarán y querrán compartir con los demás".



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